miércoles, 28 de octubre de 2009

AUNQUE SEA LA SOMBRA




AUNQUE SEA LA SOMBRA


De una mano sola, que venga caminando cómo un gatito de cinco patas, que venga despacio y tome la mía, la aprete con esa fuerza que no es ni la de una garra ni la de una abuela. Que sólo sea amiga. Quiero saber que me acompaña. Es muy solitario escribir. Y no ando por ahi llorando por los pasillos. Tengo una vida, que por muchos momentos es bastante buena, pero muchas veces hay en que nada a mi alredor parece estar conmigo. Sólo los escritos y sucede que la gente que me rodea no suelen darle nada de importancia, ni siquiera para preguntarme cómo va, o si lo disfruto, o si cuesta sacarlo para afuera. Nunca tuve el placer de que alguien me pidiera permiso para leer algo mìo, siempre tuve que pedirlo yo. ¿tengo que trabajar sobre eso no es cierto?
En tanto, que venga, aunque sea una sombra de mano amiga, yo imaginaré el resto del alivio.

Mercedes Sáenz